miércoles, 23 de marzo de 2016

Las aventuras de Oriol Pamies en Tel Aviv

ESTE EMPRENDEDOR CATALÁN DE 26 AÑOS LLEGÓ A TEL AVIV HACE TRES, Y ASEGURA QUE DESDE EL PRIMER MOMENTO SE SINTIÓ COMO EN CASA, ALGO QUE LE SORPRENDIÓ GRATAMENTE. CASI TANTO COMO COMPROBAR LO ABIERTA QUE ES LA CIUDAD CON LA COMUNIDAD LGTB.



 Los caminos de las redes sociales sin impredecibles. Y tiene todo el sentido que un animal –de red– social como el catalán Oriol Pamies no pueda estarse quieto. A los 19 ya trabajaba en un portal web para universitarios, empeñado en contribuir a que la gente que tiene cosas en común interactúe, y así de paso generar nuevos modelos de negocio.


Hace tres años, surgió la oportunidad de embarcarse en una nueva aventura, y no dudó en probar suerte. “La compañía Interacting Technology se puso en contacto conmigo y me ofreció participar en un workshop con otras doce personas de todo el mundo, en Tel Aviv”, explica.“Buscaban gente con background de negocios relacionados con el marketing y con conocimientos sobre el público LGTB, para una idea de la que no se podía contar nada, estaba en proceso de desarrollo. Allí estuvimos hablando sobre cuáles pensábamos que eran las necesidades de la comunidad LGTB en el mundo online”. Cuando supo más del proyecto, vio su potencial y calibró la oferta que le hicieron, no dudó en ser parte activa de una experiencia nueva. “Nació la aplicación Moovz [una red social para público LGTB] y en junio de 2013 me ofrecen el puesto de vicepresidente de desarrollo de negocio de la empresa que la gestiona, y así empecé en el proyecto”.

Tel Aviv es la base de operaciones de la empresa (“es el Silicon Valley de este lado del mundo”) y Oriol tuvo que irse a vivir allí. “Después de dos años y medio, la considero mi hogar”, asegura. “Al principio es complicado, hay días en que no tienes claro si todo va a ir bien, es complicado estar fuera de tu zona de confort. En mi caso, me ayudó mucho lo bien que me recibió la gente. No sabía que fuese una ciudad tan abierta con el tema gay”.

A lo que más le ha acostado acostumbrarse es a la noción israelí de la semana. “No me hago del todo a lo de trabajar de domingo a jueves”, confiesa. “Además, como tengo que estar en contacto permanente con la oficina de Los Ángeles, al final termino trabajando también los viernes y sábados, aunque no me quejo, me encanta lo que hago”. La ciudad le cautivó desde el primer momento. “Tiene lo mejor de Madrid y de Barcelona. Por un lado, tiene la playa y turistas del todo el mundo de visita continuamente, como Barcelona. Por otro, el estilo de vida me recuerda mucho al de Madrid, se hace mucha vida en la calle y los bares están siempre llenos”.

Habla de Tel Aviv como ‘la burbuja de Israel’, porque a pesar de que sus ciudadanos son muy conscientes del conflicto que vive el país, realmente en la vida diaria se vive completamente ajeno a él. “Yo tampoco hablo nunca de esas cuestiones. Creo que es otra de las razones por las que la gente aquí es tan abierta con los que venimos de otros países. Quieren mostrarnos lo mejor del país”. Para Oriol hay mucho que destacar en Tel Aviv. Tal y como habla, su vida allí es idílica y muy envidiable. “Tienes la playa muy cerca, y la puedes disfrutar prácticamente todo el año. Además, la gente es en general muy sana, me recuerda a la de Los Ángeles. Se practica mucho deporte, se come muy bien... Yo también hago mucho deporte. Correr por la playa es un gustazo, y voy a un gym al lado de casa”.

La noche gay de Tel Aviv es para Oriol otro plus. “Hay muchas fiestas a las que ir, cada una dirigida a un tipo de público. Y lo bueno es que los promotores no se pelean entre ellos, como pasa tanto en España. Aquí se rotan en los locales sin problema, se dan espacio unos a otros”. Y qué decir del Orgullo gay del Tel Aviv, cuya próxima edición tendrá lugar del 29 de mayo al 5 de junio. “Toda la ciudad se vuelca, no solo la comunidad LGTB. Las autoridades están muy orgullosas de él, lo utilizan para promocionar el turismo porque son conscientes de que es uno de los grandes eventos del año en Tel Aviv”. Que no haya un barrio gay como tal le parece positivo. “No existe un gueto, toda la ciudad es gay”.

¿Le parecen tan guapos a Oriol los israelíes como a la mayoría del universo? “Eso lo veo una leyenda urbana”, afirma. “De acuerdo, llama mucho la atención la mezcla de hombres que hay: unos, con look más europeo, nórdicos incluso, rubios y con ojos azules; otros, con raíces africanas, morenos y a lo mejor con los ojos verdes. Tiene mucho que ver que se les considere tan guapos con el hecho de que hacen mucho ejercicio, dado que tienen tres años de servicio militar obligatorio”.

De momento no piensa cambiar de residencia. “En su momento, debido a los planes de expansión de la empresa, tuve que plantearme si me mudaba a Los Ángeles, pero estoy muy contento de no haberlo hecho”, asegura. “Aquí he logrado una gran estabilidad, y estoy más cerca de Barcelona”. Así que su objetivo prioritario inmediato está claro. “Traerme a mi perro, que lleva tres años con mis padres. No hay ciudad más dogfriendly que Tel Aviv”.

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